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David Villarrubia es profesor de narrativa y producción 3D, responsable de posproducción y animáticas en la productora ESDIP Animation Studio. Además es el director de los cortometrajes Parches y Toxic, este último verá la luz en varios meses.
Hoy nos trae una recomendación de películas de los 80 con un pequeño apunte personal de cada una de ellas.
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Trono de Sangre. La primera que vi de Kurosawa. El principio de una apasionante historia de amor con la obra de este cineasta nipón. Adaptación de Macbeth en tono de intriga palaciega en el Japón medieval. Hay escenas que han quedado para la historia. Busquen la parte en la que Toshiro Mifune tiene que atravesar cortinas de flechas que eran realmente disparadas contra él, eso sí, por maestros arqueros que sabían dónde clavarlas.
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En busca del Arca Perdida. Pues resulta que Spielberg quería dirigir un James Bond y los productores no acababan de decidirse. Su amigo George Lucas le propuso hacer su propio James Bond al estilo seriales que veían de pequeños, un proyecto que había escrito antes de Star Wars. El resto es historia.
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Regreso al Futuro. Sigue siendo una aventura ochentera llena de giros, soluciones bien resueltas, acción, diversión, rock & roll y una sana relación entre una madre y su hijo de la misma edad. Robert Zemeckis y su compañero de batallas Bob Gale supieron llenar de momentos divertidos esta cinta que no me canso de ver.
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La Princesa Prometida. Cuando el guionista de Dos Hombres y un Destino, Harper, y Maraton Man se embarca en un cuento clásico, es lógico pensar que le va a dar una vuelta al género y sin embargo va a conservar todo el espíritu que el género necesita. La aparición de Peter Falk (el inolvidable detective Colombo) y Fred Savage (que entonces triunfaba con una serie Aquellos Maravillosos Años) resulta un contrapunto muy estimulante. Lo peor, la música de Mark Knopfler, que suena a organillo baratero. Se ve que se dejaron el presupuesto en otras cosas.
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Brazil. El componente de los Monty Python Terry Gilliam demostró que podía ser uno de los directores más visionarios de la historia del cine. Surrealista, cómico, trágico, épico y siempre único. Esta era su versión de la Orweliana 1984, justo el mismo año en que esta peli vio la luz, en la que nos advertía de los peligros del control de la población debajo de una cara amable. Nada que nos suene a raro hoy en día.
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La Balada de Narayama. Esta es una de esas pelis que ves por accidente y te marcan para toda la vida. La relación entre un campesino y su madre que decide que ha llegado su hora. Ya tengo la edad, le dice, llévame al monte y abandóname ahí. Una durísima pero conmovedora fábula donde podemos encontrar planos que hoy día aún no sé cómo se rodaron, como el enterramiento en vivo de una familia de ladrones rodada en un plano secuencia. No se la pierdan.
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¿Has visto alguna de estas películas? ¿Qué opinas?