Manu Carbajo es el director de la productora ESDIP Animation Studio, además de profesor en ESDIP y co-director del cortometraje Chase.
Hoy nos trae una recomendación de películas de los años 80 con un pequeño apunte personal de cada una de ellas.
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El Hombre Elefante. Si esta peli no te emociona, eres un cyborg con un corazón de plutonio. Sentimental sin ser sensiblera, con una puesta en escena magistral en bellísimo blanco y negro, este biopic ejemplar sobre la dignidad y lo que significa “ser” humano, además, es la puerta de entrada perfecta al fascinante universo de su director, David Lynch. Indispensable.
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El Resplandor. Todo el mundo en pie, Kubrick está en la sala. Esta película es, literalmente, una clase de cine de principio a fin: contiene todos los tipos de planos, movimientos y encuadres que se pueden rodar con una cámara, su historia es un enigma sin resolver (en cada visionado siempre descubro algo nuevo), da un miedo que te cagas pata abajo y (oh blasfemia) mejora bastante la novela original de Stephen King. Algo sólo al alcance de los más grandes. Masterpiece.
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Cristal Oscuro. Posiblemente la película de mi infancia y la que hizo que mi cerebro amase el cine antes de saber lo que era el cine. Fábula oscura para niñ@s inteligentes, todo aquí funciona con la magia de lo artesanal: desde los extraordinarios diseños de personajes hasta lo complejo de su guión (¡no hay malos Disney!), pasando por su banda sonora y, claro, la absoluta maestría de Jim Henson coordinando y dando vida a este tinglado después de toda su experiencia con los Muppets.
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La Cosa. ¿Qué es el cine? Pues los primeros cinco minutos de “La Cosa”, uno de esos escasos ejemplos en los que un remake supera al original. John Carpenter, su director, logra que cada secuencia sume tensión a una narrativa cimentada en los clásicos y una exquisita composición en scope que ya quisieran para sí muchos realizadores consagrados. Y además es la mejor adaptación (indirecta) del maestro H.P. Lovecraft. Y da mucho asco. Y sale Kurt Russell. ¿Qué más queréis?
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Los Cazafantasmas. Es muy difícil hacer una peli perfecta: Cazafantasmas es una de ellas. Todo funciona en este pequeño milagro con un guión redondo y graciosísimo, un conjunto de intérpretes en estado de gracia, un timing cómico perfecto, los efectos más punteros de su tiempo y un buen montón de imágenes que nunca se irán de tu cabeza y que siempre te conectarán con el chavalín que una vez fuiste. Cazafantasmas no es una peli, es un refugio al que siempre podemos regresar.
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Re-Animator. Re-Animator está aquí por pura reivindicación de la serie B más artesanal, esa manera de hacer cine con recursos muy limitados pero voluntad de hierro y actitud kamikaze, que es capaz de fusionar la carcajada y la arcada en una misma secuencia, que enarbola su libertad creativa como si manejara un bate de béisbol en una cristalería y que, casi 40 años después, le sigue pareciendo molesta a mucha gente. Un triunfo total, vamos.
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¿Habías visto alguna? ¿Cuál verás este fin de semana?